martes, 19 de octubre de 2010

The place you have come to fear the most.

Y me dijo finalmente después de un suspiro: "Vive tu vida, tienes 16 años". Y yo pensé, que quizá debería decir: "Estoy en ello". Y al final lo dije. Pero me arrepentí. No sabía a ciencia cierta si de verdad lo estaba haciendo, pero sin ganas, sin motivaciones. Sin una tarta de chocolate al final de la cena, un beso al final del camino. Ese beso, que te quita el aliento y produce dos grandes hoyuelos al final de la sonrisa. Que te deja con una cara de idiota que alucinas.
Y es porque ese camino no había comenzado su paso, un paso ligero y con gracia que yo no tenía. No podía. Mi paso era duro y tampoco gozaba de gran estabilidad. La cara dura de los viernes eclipsó la estrella que debía haber salido del atasco. Un atasco provocado en un accidente. Y lo había provocado yo. Pero eso, eso no era lo importante. Ya no me creía a mí misma.

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Un rebelde