domingo, 22 de julio de 2012

mitades que se unen


Y aunque sea extremadamente complicada, aunque sea infinitamente retorcida, aunque sea exageradamente exagerada, aunque tenga un cúmulo de cosas en la cabeza que se despilfarran en cualquier instante y de cualquier manera, aunque piense demasiado, aunque dude lo indudable, aunque recuerde lo que ya hace tiempo se enterró, aunque llore y llore porque si, aunque me duela lo que no hiere y se me transformen los ánimos en décimas de segundo, aunque sea capaz de cansar al más paciente. Aunque sea simplemente un caos general.

Tú y solo tú buscas el orden de mi desorden, me das la calma, los mejores sueños y las más dulces noches. Tú aguantas lo que parece inaguantable y me sonríes si te sonrió y me miras si te miro y me das un beso si te lo pido.

Y me quieres sin pretextos, y amas incluso mis defectos... y sabes, que aún sabiendo que quedan muchos años por delante y muchos caminos por los que perderme, siempre, evitare los que me alejen de ti, siempre estaré agobiándote, porque quizás tu eres una media naranja y yo la mitad de un limón o viceversa, pero mires por donde lo mires, yo nunca podría llegar a encontrar una mitad mejor.

sábado, 21 de julio de 2012

RB


Voy a decirte algo que tu ya sabes, el mundo no es todo alegria y color, es un lugar terrible y por duro que seas es capaz de arrodillarte a golpes y tenerte sometido permanentemente si no se lo impides, ni tu ni yo, ni nadie golpea más fuerte que la vida, pero no importa lo fuerte que golpeas, sino lo fuerte que pueden golpearte y lo aguantas mientras avanzas, hay que soportar sin dejar de avanzar, así es como se gana. Si tu sabes lo que vales ve y consigue lo que mereces, pero tendrás que soportar los golpes y no puedes estar diciendo que no estas donde querías llegar por culpa de él de ella ni de nadie, eso lo hacen los cobardes y tu no lo eres, tú eres capaz de todo.

jueves, 19 de julio de 2012

en cada bocanda de humo


Se le nota el vicio en el color de los labios. Y en cada calada, da un pasito más hacia la explosión de su miocardio. Como si no se diera cuenta, o no quisiera dársela, se muere un poco más en cada bocanada de humo, y cuando llegue el final, ni siquiera se hará la sorprendida. Siempre fue de las que fantaseaban con suicidarse antes de los 30.

miércoles, 11 de julio de 2012

un amor sin límites y sin daños colaterales


Fue el día en que decidió cambiar el colacao por el café, el que se apuntó a la academia de inglés, el que dejó el té de las 5 por el mojito de las 8, el día que cambió el segundo vagón del metro por el décimo asiento del bus; fue ese día el día en que todo cambió, en el que ella decidió cambiar, en el que, al fin, su mundo cambió. Tenía que rehacerlo todo, cambiarlo, darle vueltas, tirar algunas cosas, comprar otras nuevas. Tenía que deshacerse de todo aquello que la recordara a él, era la única forma de volver a empezar. Así que tiró aquel regaló que le había comprado por su aniversario y que nunca llegó a darle; y se compró los tacones más altos de la tienda de la calle Jorge Juan. Se deshizo de aquel viejo libro de poemas que en realidad nunca le había gustado; y se fue al cine a ver una película de acción de esas que hace años que no veía, de las que te dan un vuelco al corazón. Además, cambió la vieja eléctrica que él se había dejado en casa por un ukelele como el de Audrey en Desayuno con diamantes y decidió que su desordenada cabeza merecía un descanso en las playas mediterráneas.
Entre todo este alboroto de cambios, ese día también fue el que decidió que nunca más nadie la haría daño. Que no se volvería a dejar engañar. Que ahora la tocaba a ella ser feliz. Fue ese mismo día en el que se prometió a sí misma no volver a enamorarse (que eso dolía demasiado).
Y fue ese mismo día cuando se tropezó con el chico más maravilloso de toda la plaza San Marcos, el mismo chico que más tarde rompería todas sus reglas y destrozaría todas sus cuadrículas para hacerla creer en un amor sin límites y sin daños colaterales.

¿Será que el destino siempre nos tiene algo preparado?