Hoy, menudo día. Hoy es el día en el que
todas las personas se paran a pensar qué quieren para el nuevo año, y que
cambiarían del que se escapa de nuestras manos. Hoy las mujeres se ponen
vestidos ajustados y se pintan más de la cuenta las pestañas. Sonríen sin cesar
y mandan los mejores deseos para el año que comienza. Los hombres escogen la
corbata perfecta, pensando si les combinará con los ojos de la mujer que
conocerán esta noche. Hoy es un día de esperanza y de tristeza a la vez.
Esperanza porque "hoy es siempre todavía, toda la vida es ahora"
y más que nunca somos dueños de nuestro destino. Tristeza porque dejamos irse
por la ventana todo lo que vivimos este año. Yo me quedo con los desayunos
continentales en sitios conocidos y otros desconocidos e increíbles. Con tus
besos para desayunar, para cenar, y algún día para merendar. Con todas las
calles que conocí de tu mano y las veces que grité desde lo alto de alguna
montaña. Creo que hoy necesitaría algo así. Estos días me descolocan y me hacen
llorar más de la cuenta. Me quedo con la carretera y África desde el bus y mis
ojos perdiéndose por el asfalto, las carreteras interminables que tantas cosas
me dicen. Desayunos italianos de tostadas con mermelada, pasta todos los días
para comer, me quedo con África en verano, con sus colores que te pintan el
corazón. Las calles de Madrid acogiéndonos y las paredes rojas dándonos los
buenos días. Descubrir playas desiertas y correr atrapando las olas. Esta
ciudad nos quiere, aunque a veces quiera odiarnos. Me quedo con mi música, con
las canciones que alegran mis mañanas y entristecen mis noches. Con la gente
que está ahí y nunca se irá. Aprendí a sonreír aunque nadie me diera los buenos
días y terminé valorando la soledad como algo que me hace crecer por dentro. Un
plato en la mesa no está tan mal, aunque me derrumbe una vez cada 40 días. Yo
aquí sigo, incansable, soñadora, odiando y amando este día. Por lo que trae,
por lo que deja irse. Porque nunca me gustó el bullicio en los bares y ser una
más. Me gustaría celebrar este día mirando a las estrellas, pidiéndole a cada
una de ellas por los que están a mi lado. O escribiendo cartas con los mejores
deseos para los de verdad. Pero bueno, me pondré el vestido, me pintaré la
sonrisa e intentaré que me aguante toda la noche.
Feliz día, noche, feliz año que comienza. Os deseo muchas sonrisas, que améis de todo corazón y que la vida os llene de esas casualidades que cambian el mundo.
Feliz día, noche, feliz año que comienza. Os deseo muchas sonrisas, que améis de todo corazón y que la vida os llene de esas casualidades que cambian el mundo.