sábado, 26 de noviembre de 2011

un secreto, sunpongo

Decían que hacía calor,
pero yo sentía un frío terrible en los huesos.
intenté ver el mundo de otra manera,
pero me pusiera dónde me pusiera
siempre parecía que estaba lejos.
 
Me silbaban los oídos,
intentaban decirse algo a si mismos,
un secreto,
supongo.
 
Luché por el calor,
y sentí tambores.
Curioseé entre la gente,
esa que miraba al frente.
y me sentí otra
mirando en otra dirección.
 

sábado, 19 de noviembre de 2011

El último presidente culé.

Hoy es jornada de reflexión. Ya saben, 24 horas para pensar a quién votamos mañana. O 24 horas para llegar a la conclusión de que mejor no votar a nadie. O para decidir votar en contra de alguien, que de todo hay en el censo del señor. No es mala idea lo del voto en contra. Pero no el tradicional “voto a estos para que no salgan aquellos”. No. Me refiero a una posible papeleta donde se lea “Voto en contra de estos”. Seguro que tendría éxito.
Hoy es ese día tan ochentero en el que algún iluso nostálgico igual todavía se cree que nadie te va a mandar un 'sms' o un 'tweet' donde te solicite impunemente el voto por una formación. Y pensar que no hace tantos años el hecho de colgar un insignificante cartel electoral en plena jornada de reflexión era motivo de multa. Y no sólo de multa, sino también de escarnio público por parte del resto de formaciones políticas por violar las normas del sacrosanto reglamento electoral.
Qué tiempos tan románticos. Qué sencilla y tierna (que diría Serrat) era aquella democracia, cuando te creías que igual si votabas por el cambio podías hasta modificar el rumbo de la historia de tu país.
Y qué entrañable aquel temor que se mascaba cuando se rumoreaba que había ruido de sables en los cuarteles, que anunciaban un inminente golpe de estado...
Ahora nadie te avisa del ruido de sables. Los golpistas han mejorado la fórmula. Yo lo llamaría postgolpismo: más limpio, más higiénico, menos agresivo, más civilizado, hasta más moderno... En el postgolpismo, no hacen falta tenientes coroneles, ni elefantes blancos... Ahora, sin pegar un tiro unos señores te cambian al gobierno, te colocan a un tecnócrata que nadie ha votado, y aplaude toda la comunidad internacional. Igual eso es lo bueno, y yo soy un gilipollas que me estoy cayendo de la parra y descubro de golpe y porrazo que todo lo que me vendieron como democracia es humo. Igual el señor “Mercado” me contestaría: “Humo del puro que yo me fumo”.
En fin. Voy a dedicar la jornada de reflexión a recordar al último político que me ilusionó mínimamente y que también vive ahora sus últimas 24 horas en el poder. Llegó hablando del talante, con buenas maneras, retirando las tropas de un país ocupado ilegalmente, decidido a acabar con el centralismo, a reconocer la España plural, con ganas de aplicar políticas de izquierda y que se atrevió incluso a abrir una negociación con los terroristas para acabar de una vez con las pistolas. ¿Se acuerdan? Yo tampoco.

Los nominados son...
Hay una cosa que dicen que preocupa mucho a los ex presidentes: cómo les juzgará la historia... A mí me gustaría que en alguna de sus biografías se recordase que fue el primer presidente español del Barça. El primero y de momento seguro que el último. Porque mañana elegiremos a otro. No sé cómo será, aunque me voy haciendo una idea. Eso sí, pase lo que pase, sea quien sea, ya no será del Barça. A menos que no se lo manden los mercados.

martes, 15 de noviembre de 2011

lluvia de noviembre


A ras del suelo, más frágil que un beso lanzado al aire en otoño. Desde la madrugada del banco más escondido de la ciudad, en el que ha llovido hoy por la tarde. Donde esta noche han llovido las estrellas sin nosotros, donde desde hace unos cuantos días no llovemos. Ni tú. Ni yo.

domingo, 13 de noviembre de 2011

.


- Tu mundo irá mejor sin mí.
+ No sería mi mundo si no estás tú.

Arriésgate


Lo cierto,es que lo que te hace vibrar de pies a cabeza,dura una fracción de segundo.
¿Alguna vez te has tirado a algo sin saber lo que pasaría después? ¿Alguien te ha dicho "No lo hagas, saldrá mal" y aún así, lo has hecho? ¿Has hecho algo estúpido, lunático o desquiciado simplemente porque querías hacerlo?
Pues te hablo de eso,de la décima de segundo o incluso menos. Del instante exacto en el que te estás tirando al vacío sin saber si habrá algo abajo que te recoja o te vas a dar la hostia del siglo, y en ese increiblemente pequeño espacio de tiempo solo te preguntas "¿Por qué lo he hecho?" .No hay respuesta para esa pregunta, no hay ninguna razón para hacerlo, porque no hay lógica en el asunto, porque es un impulso que te recorre la columna como una corriente eléctrica que te hace casi morir de felicidad en estado puro, brutal, arrollador, desquiciante..y por eso, es lo más ilógico, irresponsable y estúpido que hay en el mundo. Pero, sin duda, es lo mejor que hay. Porque...si no te arriesgas a vivir..¿qué te queda?.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Una carta bajo el felpudo.


Y ahí estabas tú, sentada en el alféizar de la ventana de un hotel cualquiera, semidesnuda y con el cigarrillo entre los dedos. Perdiendo la vista entre los pájaros y entre las uñas azules de tus pies. Inventando cielos, contando amaneceres, olvidando las veces que deseaste que alguien te arrancara una sonrisa de los ojos, ni más ni menos. Tú eres así, sólo te sientes libre en ciudades desconocidas donde puedes volver a empezar. Caminas del brazo de cualquier desconocido que te prometa una noche eterna, y te cuelgas de la luna cuando se quedan dormidos. Recorres su espalda con un dedo, o dos, y te paras a pensar cuántos lunares tenían los demás. Perdida, confusa. Buscando emociones a bajo precio. Un beso, un sueño, una escapada al mar, una carta bajo el felpudo. Pero nunca está esa carta y sigues obsesionada con los trenes nocturnos. Ahí estás, sentada apoyada en la ventanilla del tren. Alejándote de la vida que creías que tenías. Dispuesta a conquistar otra noche y a brillar como una bombilla rota. Llegas al andén y te sientas en uno de los bancos, invisible, y te dedicas a soñar como sería tu vida si fueras uno de ellos. Con horario, platos en la mesa a la hora de comer, y a la de cenar, y los niños dándote los buenos días. Eso de amanecer cada día en un lugar distinto te hace un alma errante. Y escribes, escribes todo lo que te pasa en tu viejo cuaderno y a veces lloras cuando nadie te ve, como una bombilla rota. Las escaleras siempre son el mejor refugio para las almas solitarias; como la tuya. Y ahí sigues, agarrándote las piernas esperando que algo te rescate de esa vida inventada, mientras te miras las uñas azules de los pies. Azul cielo inventado.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Que seas mi héroe y me rescates de la vida.


Me gusta esto. Me gusta amanecer en tu cama, con ojeras y ganas de un café enorme. Me gusta que me des besos y enredarme entre las sábanas esperando un nuevo día. Y es que yo no espero nada especial de ti, sólo un poco de amor a medianoche y una tirita para sanar heridas. Que seas mi héroe y me rescates de la vida cuando yo ya no pueda más. Y que me hagas tostadas para desayunar. Ni siquiera hace falta que me las traigas a la cama, que luego se nos llena todo de migas y es un desastre. Me vale con que me esperes en la cocina. Y luego un buen café, y que la casa se inunde de ese olor a desayuno recién hecho que tanto me gusta. Y darnos besos encima de la encimera, sin prisa, sin miedo y con ganas. Que quiero amanecer cada día en un lugar distinto, contigo. Y refugiarnos en la poesía que alumbra incluso los días más grises. Y escondernos entre música callejera o, por qué no, viajar entre las páginas de un libro. Pero no uno cualquiera, uno usado, uno de esos que pasaron por cientos de manos y huelen a historias, a vidas, a momentos fugaces que un día alguien se dejó entre las hojas. Y llegar a una cafetería y escribir cuentos en las servilletas para que alguien se los encuentre, que andamos faltos de sueños ¿no crees?  Y es que me he cansado de hablar de todos los trenes sin retorno que quise coger un día. De planear huídas. Prefiero hablar de cómo me apartas el pelo de la cara cuando me hablas entre susurros, o como recorres mi espalda con tus dedos, dibujando la playa infinita donde algún día nuestros sueños y nuestras vidas volverán a tomar sus caminos. Allí donde cielo y mar, son tierra de nadie.

sábado, 5 de noviembre de 2011

FOREVER YOUNG


Tu olor me lleva a mundos raros, nuevos, extraños. Que yo me enamoro de cualquier ciudad si es a tu lado, ya lo sabes. Y no hay peor adicción que coger carretera y manta. Y parar de vez en cuando a tomarnos un chocolate caliente en cualquier gasolinera desastrosa, acurrucarnos en tu viejo coche destartalado y besarnos como si solo existiera el ahora, y ni el ayer ni el mañana nos importaran lo más mínimo. Eso es lo que me gusta de estar contigo, ya sabes,  que vivamos en un espaciotemporal indefinido y que el mundo se pare cuando me acurruco en tus brazos. Y que la gente se muera de envidia cuando nos ve pasear juntos, de la mano, en medio de un diluvio universal sin paraguas, porque el amor nos cubre enteros. Y bailamos, y cantamos y nos caemos y qué más da. Somos jóvenes y mojarnos, caernos o emborracharnos es lo natural, ¿no? Pero eso sí, prométeme que por mucho que me caiga tu me recogerás y que por muy borracha que este tu me llevarás a casa sana y salva. Prométeme que me darás un beso en la frente cuando el miedo invada mis vértebras y no me deje respirar. Prométeme que eliminaremos la palabra "rendirse" de nuestro diccionario y que la palabra "amor" será nuestra bandera. A cambio yo te prometo mil besos en la espalda, aprenderme de memoria tus lunares y hacerte dibujos por la piel. Enseñarte a escuchar los susurros del mar y a interpretar las luces nocturnas. Te enseñaré los rincones que esconde mi alma y te cantaré en voz baja a que sabe la libertad. Vamos pequeño, que el mundo nos está esperando y quiero morir con el olor de tu colonia y los tacones puestos.

22 de octubre de 1940


Querida hija:

Soy comunista, y por eso hoy me envían al pelotón. Hoy es el día de mi muerte. Pero quiero que tú, hija mía, sepas que tu madre fue fuerte y luchó hasta al final. Que no te cuenten mentiras, no te dejes engañar por ellos. Yo jamás hice nada malo y no tengo nada de lo que arrepentirme. Te quise hasta el último momento. Nunca lo olvides, por favor, nunca olvides que tu madre te quiere y que murió por la libertad. Murió por luchar por lo que creía, por la república, por su partido. No me matan por criminal, me matan por una idea que creo justa, y por ella muero. Cuéntales a todos la verdad. Cuéntales como vivimos aquí, que sepan la realidad, que la sección de madres es la peor de todas. Es la peor porque vemos morir a nuestros hijos, les vemos morir junto a nuestras almas, que se consumen con los disparos de cada noche. Los mismos disparos que cada madrugada se colaban por las rejas de la única ventana de la sección para avisarnos de más muertes. Entonces contábamos los disparos, para saber cuántos defensores de la libertad más habían muerto. Anoche fueron 12, exactamente 12. Doce disparos mortales que volvían a manchar de sangre otra página de nuestra historia. La historia de un Madrid que resistió hasta el final. Jamás te sometas a ellos, se fuerte y resiste. Las monjas casi no me han dejado despedirme de ti, no me han dejado cantarte al oído una última vez, tampoco acariciar tu cara de pena ni darte un último beso de adiós. Pobrecita mi niña, tan pequeña y te quedas sin madre. Pobre mi niña bonita, que va a crecer sin una madre que la quiera. Pero yo sé que ahí fuera alguien te cuidará bien, losé.
Voy a morir pero no tengo miedo. No derramaré ni una lágrima, no pienso darles el gusto. No tendrán el privilegio de verme llorar por su culpa. Maldito baile de muertos, pólvora de la mañana. Y cuando tenga la pistola delante, cuando ya no haya nada que perder, gritaré con el corazón y sin miedo: ¡ARRIBA LA REPÚBLICA! 
"Si te dijera amor mío, que temo a la madrugada. Presiento que tras la noche vendrá la noche más larga, quiero que no me abandones, amor mío, al alba, al alba, al alba."

Que mi nombre, y el de todas las que morimos por algo que creemos justo, no se borren de la historia.

Te quiere, tu madre.

Lady Scarlatta


Lady Scarlatta, dueña del cabaret mas famoso de París, se acercó lentamente a Scott. Caminó hacia él despacio, como solo ella sabia, provocativa, arrebatadora, erotica. Amor en estado puro. El sudor y las ganas se sentían en cada milimetro de aire, en cada respiracion que lentamente acompasaban y coordinaban con su miocardio. Eran dos jugadores, de los que creen que la vida se vive mejor si la echas al azar. De los que viven el presente porque el futuro aun esta lejano de sus largas noches de amor y roces. 
A Scott le gustaba la forma de respirar las palabras que tenía Lady Scarlatta. Las dejaba salir de sus labios rojísimos como si las saboreara y esperara que en su aliento se mezclara esa sensación de estar viva que impregnaba cada cosa que decía. Era casi como si, aún cuando la fallaban las fuerzas, quisiera decirle que la vida podía ser absolutamente maravillosa. Y aunque no pudiera besarla, sentía su sabor en sus letras, profundo y denso, hasta lo más hondo de sus entrañas.

Los besos de Carmen


Carmen tenía la extraña sensación de no ser ella quien controlaba su cuerpo, sus movimientos, sus impulsos, y sobre todo sus besos. Esos besos de alquiler que tan fácilmente vendía al primer desconocido que intercambiara con ella secretos de medianoche, a la primera persona que soñara con aprenderse de memoria su cuerpo con la yema de los dedos y se lo dijera en un susurro; regalaba sus besos a cambio de un cigarro nocturno o un tequila en el bar de la esquina. Carmen tenía una vida fácil, una vida sin sentimientos, sin prisas, sin amor pero llena de jadeos y orgasmos de madrugada. Y, aunque la gente pensara que esa era una vida muy triste, a ella no la iba tan mal. No lloraba por discutir con su novio, ni tenía que pensar en  planes para dos. Ella era libre y le gustaba serlo, y vivía feliz con su condición de pajarillo, y volaba, claro que volaba, aunque fuera en sueños. Y nadaba en su taza de leche con galletas por las mañanas. Y se ahogaba en la cerveza de las tardes. Y conseguía volver a flote en el amor de por las noches. Porque la vida de Carmen, igual que la de cualquiera, era eso, ahogarse y luchar por volver a la superficie, llorar dos días seguidos y reír tres, hacer el amor y la guerra (todo depende del día).

jueves, 3 de noviembre de 2011

Quiéreme si te atreves-


"¡Dichosa Sophie! El Juego había vuelto a empezar. Felicidad en estado puro, bruto, natural, volcánico...¡Qué gozada! Era lo mejor del mundo. Mejor que la droga, mejor que la heroína, mejor que el costo, coca, crack, chutes, porros, hachís, rayas, petas, hierba, marihuana, cannabis,canutos, anfetas, tripis, ácidos, LSD, éxtasis. Mejor que el sexo, que una felación, que un 69, una orgía, una paja, el sexo tántrico, el Kama Sutra, las bolas chinas... Mejor que la nocilla y los batidos de plátano, mejor que la trilogía de George Lucas, que la serie completa de los Teleñecos, que el fin del milenio. Mejor que los andares de Emma Peel, Marilyn, la Pitufina, que Lara Croft, Naomi Campbell y que el lunar de Cindy Crawford. Mejor que la cara B de "Abbey Road" , que los solos de Hendrix, mejor que el pequeño paso de Neil Amstrong sobre la luna, el Space Mountain, Papá Noel, la fortuna de Bill Gates, los trances del Dalai Lama, las experiencias cercanas a la muerte, la resurrección de Lázaro, todos los chutes de testosterona de Schwarzenegger, el colágeno de los labios de Pamela Anderson. Mejor que Woodstock y las naves mas orgásmicas, mejor que los excesos del Marqués de Sade, Riambaud, Morrison y Castaneda. Mejor que la libertad. Mejor que la vida."

martes, 1 de noviembre de 2011

-noviembre


¿Cómo, cuándo, dónde? Me da igual. Me da todo absolutamente igual, con tal de que sea de verdad, ni un capricho ni una conformidad, ni tan siquiera un objetivo. Yo lo que quiero, lo unico que pido es la sinceridad, lo bruto, lo puro, lo verdadero... alejado de mierdas pasadas, de historias de contemplación, de errores no superados y sobre todo del temor. Con eso ya me basta y me sobra. Ahora piénsalo tú, que yo ya no quiero pensar más.