domingo, 19 de junio de 2011

Summer

Apenas falta una semana. El verano esta a la vuelta de la esquina. Estás en clase, y miras por la ventana, un pájaro pasa volando. Es una golondrina. La reconoces porque todas tus tiendas favoritas están repletas de ropa con estampados de ella. Te parece una criatura preciosa. Una palabra cruza tú mente, libertad. Desearías convertirte en una golondrina para salir volando, de estas cuatro paredes que te han tenido encerrada durante diez meses, diez meses en los que has fantaseado con el sol, la playa y el calor. Y no solo eso, has soñado despierta con amor, amistad y risas. Con bikinis en el suelo de la ducha, arena en la punta de tus dedos cuando te vas a la cama. El sonido de las olas y barcos que zarpan en la lejanía. Noches bajo la luna bailando, escapadas en guagua, sprints por calles desconocidas, summercat cantada a todo pulmón. Es una camisa con la sangre de tres amigas, es una despedida y una promesa de que el año siguiente volverá a ser igual. Es que te rompan el corazón, y que sueñes noche tras noche con algo que siempre has esperado, con el amor. Es levantarte y sentir un vacío en tu corazón, que pronto será llenado por una cara sonriente que te da los buenos días a tú derecha. Es andar descalza por la noche. Es chuparte las puntas de tu pelo, que saben a sal. Es llenarte las piernas de cardenales porque te has caído con tus amigas por las rocas. Es sentir el viento en tú pelo. Descubrir nuevos lugares, nuevas culturas. Es oler especias. Es el sabor amargo de las naranjas. Es sentir un helado derretirse por tus manos porque te has quedado embobada contemplando la belleza del paisaje. Es no mirarte al espejo durante días, porque no te importa tu apariencia, te sientes tan bien, que eso no importa. Es hacer guerras de agua. Es grabar tus iniciales en un árbol. Es un chico que escribe la palabra forever en tus converse. Es componer canciones. Es colgar las luces de navidad en el jardín y tumbarte debajo de ellas con tu mejor amiga para hablar, hablar de secretos. Es ir a mercadillos, y oír a desconocidos cantar la misma canción que tú. Es conocer a personas y saber que dure lo que dure vuestra amistad, siempre se quedará guardada en tú corazón. Es cerrar los ojos y desaparecer. Es leer tu revista favorita tumbada en una hamaca. Es contemplar las aves que pasan volando, y tan solo admirarlas. No desearías ser como ellas. Eres libre, libre de hacer lo que quieras, libre de estrés, horarios, rutinas y normas. Eres feliz. Sonríes, una sonrisa de esas verdaderas, de esas que aun fingidas no llegarían a transmitir tanta alegría. Tus ojos brillan en una cara morena y una nariz que se pela. Al lado, tu bolso yace en el suelo, con la crema solar, inutilizada. Es el verano... el verano... ya está cerca.