lunes, 12 de septiembre de 2011

En realidad, soy transparente...



Descubrirías que me gustan los pequeños detalles...
Pasa el dedo por mis uñas, así quizás entiendas que soy frágil y me consumen los nervios, o simplemente cierra los ojos, pon las manos en mis mejillas y sabrás si la vergüenza ha desaparecido. Acércate a mi cuello y él te hablará de mis sensaciones, cógete a mis alas y descubrirás de qué están hechos mis sueños. Pero si quieres, olvídate de todo lo demás, y sólo mírame a los ojos.