lunes, 24 de diciembre de 2012

si mis ojos hablaran...


Hay momentos, en los que el tiempo se para y te sientes en total armonía con el mundo. Puede ser una melodía inesperada, un latir de acordeones que llena todos los rincones de un tren de cercanías. Un sueño que se cuela por las pupilas de la gente que aún cree en la luz del sol, en las miradas limpias y en el roce de las manos. Sientes como las notas se escapan para meterse por los poros de tu piel, y en ese instante, la tierra gira en el sentido que tú quieras. Se acercan las personas que están lejos, se alejan las personas que no deberían estar cerca. Mis manos dibujan en el vaho del tren cada mañana alguna inicial que vive rodeada de mar, de gotas de rocío, de sal. No hay mejor sensación, que la de saber que todo está bien. Que sonríes por dentro más que nunca y eso se nota hasta en la piel. En los ojos, si pudiera escribirte todo lo que te dirían mis ojos... No acabaría nunca, y sería un gran silencio lleno de palabras.