Entre estas paredes el alma se me encoge, la vida no me llega, siento en el silencio, que me hago pequeña, ante la impotencia, deja que me vaya le dice mi cuerpo mientras él finge su pena, soy muñeca rota atada a sus dueño por fuertes cadenas.
Y entre golpe y golpe le pido a la vida que me deje sola...
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Un rebelde