martes, 15 de mayo de 2012

de relojes y mecanismos complicados


Van dejando de funcionar los relojes que me rodean. Primero fue aquel fatídico día mi reloj digital de pulsera. Simbolizaba el fin de algo que nunca más volvería a funcionar. Un adiós, estás fuera de mi vida, hasta mi reloj te está expulsando. Ahí empezó mi filosofía de vivir fuera de cualquier minuto. Llevé ese reloj hasta que salió expulsado volando de una montaña rusa. Y fue el segundo adiós. Tú tampoco perteneces a mi vida, mi tiempo te echa de ella, ya no habrá más segundos compartidos. Me negué a comprar otro, no quería atarme a ningún segundo. Pero en mi cumpleaños me regalaron otro artefacto del tiempo, esta vez uno de agujas con los números muy pequeños. Es de mala educación rechazar un regalo así que me lo puse. Una mañana, antes de un viaje se paró. Escogió como lugar para morir el cuarto de baño después de la ducha. A este parón aún no le encontré explicación. No era ni un momento significativo, ni un adiós. Quizá me estaba diciendo que te tenía que decir adiós a tí tambien. O que tú ya te habías despedido de tus sueños a mi lado. Me negué a ponerle pila, y sigue en mi muñeca buscandole explicación al parón. Será que unos duendes chiquititos juegan dentro de mis relojes, accionándolos y parándolos cuándo quieren decirme algo. Casualmente cada vez que uno se para mi vida da un giro de 180º. Y hoy, estudiando entre montañas de hojas y un viejo rock & roll sonando en la radio y mis pies moviéndose levemente.. dirijo la mirada hacia el reloj de pared de mi salón. Cual fue mi sorpresa al comprobar que también se había parado. De nuevo sin explicación aparente. Pero sigo creyendo en las señales, y para mi esto son señales. Si por cada "adiós" un reloj se queda sin pila y deja de funcionar, ¿que pasará con el corazón? por cada adiós muere y renace. Y el mío estoy segura de que está cansado de morir y desangrarse en las esquinas. Cansado de perderse en el fondo del vaso sin que nadie lo encuentre. Dónde venderán las pilas para que vuelva a funcionar, quién le dará cuerda..

Regálame un par de pilas y un par de besos. Llenalo de sueños por cumplir, rescátalo de las esquinas y no lo dejes caer por las aceras. Corre el peligro de ser pisoteado, y uno así nadie lo quiere. Haz que vuelva a funcionar de nuevo, que los latidos sean como el tic-tac de los relojes. Escúchalos algún día en tu pecho. Y por favor, no dejes que se sigan parando a mi alrededor.. siempre son un mal presagio.