sábado, 19 de enero de 2013

siempre me gustó imaginar historias


Me gusta abrir un libro por la mitad, leer un párrafo, e intentar adivinar qué iba antes y qué vendrá después. Que les pasó y que les pasará a los amantes de mi libro, o cómo ha llegado el malo a tener preso al bueno y qué va a hacer con él.
Igual que cuando te conocí. Jugué a imaginar cómo era tu vida justo antes de aquel instante. Tus errores y aciertos, tus días perdidos y ganados, tus amores y desamores. También pensé en el después. En qué sería de ti justo después de conocernos.

Y, ¿sabes qué?

Te mire fijamente y sólo pude imaginarte conmigo.