jueves, 7 de febrero de 2013

Hoy toca reflexionar


Creo que estamos creando una sociedad de insensibles. Nos bombardean con tanta información negativa que llega un momento en el que ni nos inmutamos.
Yo pienso que si pusiéramos a una persona, por decirlo de alguna forma, "pura" de sentimientos, sin un condicionamiento social previo, delante de la televisión, se echaría a llorar, y con razón.
En cambio, nosotros, nos sentamos en el sillón y vemos de forma automática como ante nuestros ojos pasan una serie de terribles noticias sin apenas movernos en el sofá en señal de incomodez, ni parpadeamos porque nos pican los ojos que están a punto de echarse a llorar.
Nos anuncian muertes de todo tipo, injusticias sociales, violaciones en la india, secuestros de niños, el hambre tercermundista, el hambre en este primer mundo nuestro que creemos tan superior y que ahora se tambalea por unas cifras que marcan la crisis económica, y sobretodo social, de toda una era. Y, sin embargo, permanecemos callados e inmutables ante toda esta atrocidad. Nuestra sensibilidad, que viene de serie en el ser humano, parece irse a otro lado para dejar a nuestro conformismo delante de las noticias.
Esta entrada no pretende hacer sentir mal a nadie, ni triste, ni regañar. Pero hoy estaba en el metro, y ante los gritos de una chica que padecía deficiencia y que se había caído, y que entonces clamaba ayuda, nadie se paró a ayudarla, nadie. Y es que vemos tantas cosas malas al día que nos acabamos haciendo inmunes a ellas. Y eso, por una parte, es normal. Si no, ¿cómo sobrevivir al día a día? No podemos pasarnos día y noche llorando. Pero al menos, podemos intentar aumentar nuestro grado de sensibilidad lo suficiente como para ayudar a quien grita, o llorar a quien mañana ya no vive. Y con suerte, nuestra ayuda,  servirá para que cada vez salgan menos noticias horribles en los medios de comunicación.