martes, 28 de mayo de 2013

Y la felicidad os terminó encontrando.


No importa lo lejos que quieras escapar, te acabará encontrando. Aunque dudes de los días azules, aunque creas que los recuerdos la echarán abajo. Aunque seas más de valorar los momentos cuando ya pasaron, aunque llores cuando nadie te ve. Llegará, te arrebatará todo lo que piensas y no serás capaz de hacer otra cosa que sonreír. Aunque hayas pasado cien días grises, y hayas visto pasar las horas muertas en aquel andén. Sé que fuiste capaz de sonreír dos días en un año y creíste que nunca más pasaría, también que lees novelas que terminan siempre mal. Crees que todo es efímero porque te lo arrebataron todo. Esta vez no será así. Habéis trazado un plan perfecto con su nombre y el veinticuatro parece un número mágico. He visto en tus ojos que sabes parar el tiempo y que pretendes conquistar el universo. Os he visto caminar los domingos sin rumbo, como quien escapa de algo y no sabe a dónde ir. Como si quisierais escapar de este mundo para crear uno vuestro, irreal, y perfecto. En el que las meriendas son deliciosas y los relojes se derriten para dar paso a otro tiempo que no existe... más que en vuestras manos. Llegará, derribará todos tus recuerdos para dar paso a otros nuevos. Volverás a creer en los finales felices, o simplemente en que no existen. Sabrás que cada momento es especial, os perderéis en la última fila del cine llenando la película con vuestros besos. Sea cual sea, terminará siendo de amor. Porque ya habéis paseado bajo un cielo de estrellas azules, viajado por Tokio, tomado chocolate caliente, viajado en el espacio-tiempo... porque habéis sido capaces de sonreír sin que importara nada más.
Y eso tiene nombre, tú sabes cual es.