viernes, 8 de julio de 2011

vaquero


Escucha, veras, al principio solo aguantas el picor de esas pequeñas pastillas de menta en pequeñas dosis, ¿no? Bien pues con el tiempo ese picor empieza a gustarte, le coges el gustillo, ¿vale? Pero te asusta, porque temes que algún día en el mercado se agoten esas pastillas y entonces…¿qué harás? Pues sí, comprarás unos caramelos de eucalipto o chicles de canela, pero, ¿sabes qué? Ya no habrá nada en el mercado que te satisfaga, vaquero.