viernes, 12 de agosto de 2011

Date un beso de mi parte


No sientes nada...estas tan vacío. En cambio él, él esta lleno de vida, no sabes el motivo de vuestras diferencias si, al fin y al cabo, estáis en igualdad de condiciones.
Pero él tiene ese brillo, es inevitable que te supere, que te sientas insignificante al lado suyo. Impotencia, quieres gritarle, quieres reclamarle tu felicidad. Pero verás, él no te la ha quitado. Él no tiene la culpa de valorarse mientras tu ni te aprecias. Él tampoco tiene la culpa de tus insignificantes enfados que no te llevan a ningún lado, porque él aprendió a no perder el tiempo. Tú ni siquiera valoras el tiempo, si así fuera ahora estarías viviendo, no fingiendo una realidad en la que a penas existes, en la que solamente eres un difuso reflejo que aparece tras los créditos que nadie lee. Así jamás llegarás a encontrarle sentido a tu vida. Pensarás que tal vez la vida no tiene sentido, quizás sola no, pero somos las personas quienes le aportamos el ingrediente que necesita para estar a punto.
Pero, adelante, continúa machacándote, odiando a todo aquel que sepa vivir, despreciando cada segundo de tu estúpida existencia...
Cuando descubras con tu soledad que lo que más esperas puede estar esperándote a la vuelta de la esquina. Cuando decidas dar la cara al mundo y dejar de lado tu vaso sin agua. Cuando escuches a tu corazón en silencio sin clavarle espinas. Cuando despiertes y por fin sepas lo que quieres, entonces, me llamas.